Bowling 4 Columbine – Bowling 4 criminology science
(o, el gordo Moore llega y nos explica todo)
Tonatiuh Meaney
The
colors of a rainbow.....so pretty ..in the sky
Are also on the faces.....of people ..going by
I see friends shaking hands.....sayin.. how do you do
They're really sayin......i love you.
I hear babies cry...... I watch them grow
They'll learn much more.....than I'll never know
And I think to myself .....what a wonderful world
Are also on the faces.....of people ..going by
I see friends shaking hands.....sayin.. how do you do
They're really sayin......i love you.
I hear babies cry...... I watch them grow
They'll learn much more.....than I'll never know
And I think to myself .....what a wonderful world
Explicar la criminología con cine
y el cine con criminología
Existe la errónea creencia de que
el cine “va” a la criminología, que fundamenta sus historias científicamente a
partir de la realidad, cuando la criminología también va al cine. Ahí la tenemos
frente a la pantalla: una mal alumna que se escapó de clase hacia la primera
fila de la sala para comer palomitas y ensuciar todos los conceptos con
mantequilla y un poco de refresco. Ya en los últimos años, los criminocineastas, ahora muy
especializados, han dividido el cine negro en criminológico y criminalístico. Aunque
el cine no puede sólo. Siempre es ayudado por su meretriz favorita, la
televisión. Ya se explica en la calle que la diferencia entre criminología y
criminalística es la misma que existe entre CSI y Mentes criminales. Yo no
podría dar fe de esa aseveración pues en mi calidad de “autista funcional” no
he visto ninguna de ambas, pero a juzgar por las pláticas de sobremesa he
entendido que en la primera serie, los protagonistas descubren los crímenes con
astucias tecnológicas, buscando huellas, pelos, saliva, semen y células
diversas, cuya información se correlaciona con la de personas mediante la ayuda
de poderosos sistemas computacionales, como si tuvieran los superpoderes de una
deidad griega. Mientras en la segunda serie (Mentes Criminales), basta con que un
joven de varios doctorados entienda, con sólo ver como que el criminal mueve
una pestaña, lo que éste piensa y siente. La fundamentación puede ser la PNL o
cualquier otra cosa, la verdad es que el cine se ha pasado de la raya; se ha
basado en teorías criminales y tecnológicas para fundamentar historias pero le
ha dado vuelo a la imaginación sin límites, como si fueran reales. La
creatividad comercial de los creadores se ha basado en maximizar los poderes de
supuestos héroes de carne y hueso que usan una ciencia que en realidad no
existe. El asunto de que la criminología vaya al cine resulta anecdótico, el
problema contrario es peligroso: cuando la criminología va al cine. Cuando el
criminólogo explica teorías mediante películas.
Quienes explican este proceso dual
muy bien son los sociólogos Rafter y Brown, que en el que debiera ser un
indispensable libro (Criminology goes to de movies – crime theory and popular
culture. New York University Press, 2011) nos indica de una manera lúcida como
funciona esa relación. El cine explica sus historias con criminología, y la
criminología explica sus teorías con películas. Hay una relación entre ambas
que termina en una criminología popular. La gente es criminóloga –al menos eso
cree-, piensa que es cierto que en una central introducen una huella digital
para que una máquina les diga donde está la persona dueña de esa huella. O que
un buscador de voces espía todas las llamadas al mismo tiempo para saber quién
está hablando masl del presidente. O que si el asesino estornuda y día un giro
a la izquierda, su historia es inventada y hay que leerle sus derechos. Hay una
criminología popular que alimenta al cine y a la academia que a su vez se
nutren de ella. Los autores muestran el siguiente diagrama.
Diagrama tomado del libro mencionado
En el libro se utilizan distintas películas clásicas para
explicar los distintos periodos y procesos que estudia la criminología aunque desgraciadamente
no alcanza a analizar la criminalística desde la cinematografía. Y una
criminología académica tambaleante que se agarra con arnés y crampones de
películas no necesariamente bien hechas, o series de televisión peores, que se
hacen para atender la falta de entretenimiento de un público cosechando sobre el
terreno fértil de su ignorancia.
Cine ficticio y cine tipo “historia basada en la realidad”
No importa mucho si la película
cuenta una historia real o fantástica. La simulación documental que hacen
algunas películas es también calculada para
que cierto público necesitado de
explicaciones prontas desista de abrir un libro, acción que lo llevaría a otro libro
y este a otro, en una insoportable cadena de lectura. El cine “basado en hechos
reales” dentro de la perspectiva criminológica, va desde las historias reales (asesinos
seriales clásicos, robos, etc) que sí, están “basadas” en hechos, hasta el cine
documental. En el primer caso bastaría una confronta para determinar que las
historias real y ficticia ni siquiera se parecen aunque la primera se base en
la segunda. Todas las azoteas se basan en los cimientos pero no se parecen a éstos.
En el segundo caso (documentales) queda atendida la demanda de soluciones
rápidas que se puedan dar en dos horas con ayuda de un bombardeo de imágenes y
ruidos (a los que a veces llaman música). Hay que explicar el mundo en dos
horas ya que la criminología no ha podido en dos siglos. Llega el gordo Michael
Moore y encuentra que se puede vivir bien sin hacer maldades. Puede estar “del
lado correcto” y hacer un buen negocio, presentarse muy formal a recibir toda
clase de premios incluso de manos de quienes soportan lo que critica. Basta
mostrarle a la gente su ignorancia. El gordo Moore en sí, aceptémoslo de una
vez, es genial, pero aquí ese no es el punto, tiene con su cámara explicaciones
definitivas para todo. Es un Dios que ataca al capitalismo y vive en y del
capitalismo. El camarógrafo se vuelve un
ente que lo comprende todo. “Ey tontos, esto pasa por esto”. Ya no se necesita
la ciencia, llegó el cine, documental o fantástico y está listo para explicárnoslo
absolutamente todo. Seremos iluminados una vez más por esa luz “que aún puede
engañar a los hombres”. Entre más complejo sea el tema mejor porque se verá que
la magia del cine lo puede todo. Moore queda haciendo su trabajo, es un tipo
progresista que critica al sistema y el sistema en vez de colgarlo como haría
con otros progresistas (como hizo con Zaco y Vanseti), lo premia no sólo con
satisfactores inherentes al sistema de producción ideológica (taquilla) sino
institucionalmente con galardones cinematográficos, de los que ya no han de
caber más en su casa: Palmas, Oscares, Osos, etc. Hay de todo para el gordo. Es
decir, Hollywood que ha vivido de la violencia, ahora se viste de blanco y
otorga un premio a quien critica esa violencia. El gordo hace su trabajo. Pero
¿no deberíamos cuestionar un poco si en la criminología hacemos nuestro trabajo
dejando que el gordo Moore nos explique todo? Pues avancemos entonces.
La anécdota de los bolos y la
prohibición de armas
Hay quienes consideran que la
tragedia de Columbine, donde dos chicos luego de un juego de bolos caminaron
por los pasillos de su escuela disparando a diestra y siniestra con armas
compradas en un K-Mart, logrando un saldo de doce personas muertas, fue culpa
de … los bolos. Moore critica perfectamente ese simplismo. Desgraciadamente cae
en otro reduccionismo pues sustituye los bolos por otros complementos mentales:
la culpa es del miedo (teoría del Shock de Naomi Klein), las armas son las
culpables. Etc. Hay teorías para todo.
Méjico tiene una de las mayores
regulaciones de posesión de armas en el mundo. Quizá solo es superado en cuanto
a su rigidez por Japón y España, sin embargo el número de muertes que
involucran armas en Méjico es quizá el más alto del mundo, superior al que
registra Estados Unidos. En la gráfica que hice con información de mortalidad
se ve esta tendencia para 16 años. Queda para pensar en eso. ¿Realmente el
gobierno mejicano al prohibir las armas esta preocupado en las muertes ocasionadas
por armas? ¿Si fuera así prestaría sus aeronaves para el comercio ilegal de
armas? ¿No protestaría a Estados Unidos que este país deje que atraviesen miles
de armas diarias? ¿No estará más preocupado el gobierno mejicano en que una
sociedad con poder (es decir armada) lo derroque porque en decenios no ha
podido componer las cosas?
Armamentismo americano: viene el
gordo Moore y nos lo explica todo
Es innegable que hay un problema
de armamentismo en la sociedad norteamericana. También hay un problema de
violencia. En Méjico no tenemos problema de armamentismo civil pero sí tenemos
un problema de violencia. Canadá como mostrará Moore, tiene gran armamentismo
pero no violencia. Son problemas diferentes y se dan todas las combinaciones
posibles entre ellos. Moore intenta explicar parte de uno con parte del otro.
Comienza mostrando un exceso que parecería una broma: un banco regala armas.
En Estados Unidos tener armas es
un derecho consagrado que permite que cada ciudadano tenga las armas que le
complazca. Un ciudadano norteamericano, como bien exhibe la película, puede
tener cualquier arma inimaginable en cualquier otro lugar de la tierra a un
precio casi irrisorio. Este derecho fue consagrado, aunque no lo dice Moore
sino mi amigo Luis Llorente, en 1689 en la Bill of Rights en Inglaterra. Los
colonizadores llevaron esa ideología donde, entre otras cosas, se garantizaba
que la posesión de armas permitiría que el gobierno nunca fuera tiránico. Si el
gobierno no cumplía no había que renunciaba, o que firmaba frente a notario y
cumplía, simplemente sería derrocado por el mismo pueblo que aún tenía poder,
porque aún tenía armas. Un pueblo con poder, solo es un pueblo con armas, la
democracia no tiene una base material. La idea funcionó y ni Inglaterra ni
Estados Unidos han tenido gobiernos tiránicos hacia adentro, pero sí tiránicos
hacia afuera.
Pero Moore ve esta disponibilidad
relacionada con las desgracias como Columbine. Uno de los padres de las
víctimas de Columbine dice en el documental:
Something is wrong in this country... when a child... can grab a gun...
grab a gun so easily... and shoot a bullet... into the middle of a child's
face, as my son experienced. Something is wrong. But the time has come to come
to understand
Moore se dispone a entender y
hacernos entender que lo que ocurre “mal” en ese país donde unos chicos
disparan a otros chicos, uno espera una compleja explicación y lo que recibe es
esto: es que hay muchas armas disponibles que conviven con el miedo histórico.
En Méjico donde solo las fuerzas
armadas y el crimen organizado tienen derecho consagrado de tener armas, nos
parece algo extraño que todo mundo pueda tener un derecho tan básico. El
derecho a tener armas no es el derecho a matar. También a Moore le parece
extraño. Pero es un derecho que obtuvieron tras una independencia donde la
ciudadanía no le dio al gobierno un cheque en blanco como hizo Méjico tras la
revolución. La ciudadanía fue desarmada tras las guerras civiles y el gobierno
se armó, generando un gobierno tiránico, que posteriormente permitió que otro
gobierno alterno, como lo es hoy el narcotráfico también se armara.
Moore, es un experto
entrevistador e interrogador. Pone en aprietos al oponente y logra hacer que
sólos entren en contradicción. Va examinando distintas ideas que de una forma u
otra han sido abordadas por teóricos. Adelantaremos la más ridícula de todas.
La hipótesis económica
Para algunos economistas, las soluciones
son muy simples. Basta regular el mercado, uno de los entevistados le dice a
Moore que no se tienen que prohibir las armas, basta subir el precio de las
municiones, algo al alcance del estado mediante instrumentos impositivos. Como
aquellos que dicen que para bajar la contaminación basta subir de precio la
gasolina. Son los genios de la economía:
You don't need no gun control.
You know what you need? We need some bullet control. We need to control the bullets, that's right. I think all
bullets should cost $5,000. $5,000 for a bullet. You know
why?
Así como está solución puede parecer
básica, y Moore ha quedado complacido de que alguien declare algo tan absurdo
frente a su cámara. Visto el asunto, de una forma más amplia, los principios de
Moore también son básicos y sumamente parciales. Considera más adelante un
triunfo de las víctimas secundarias de la masacre que ya no se vendan
municiones en el K-Mart. Se regocija cuando una ejecutiva “aporta algo a la
causa anti armamentista”:
I am Laurie McTavish,
vice-president|of K-Mart in load of the communication. I would like to bring to you explanations
in the name of the company. What arrived at Columbine, in Colorado, is a
tragedy which touches all the Americans. That afflicts me that this young man a
damage underwent. K-Mart gradually will give up the sale of ammunition for
weapons with fire.
Moore y su fetichismo primitivo
Moore ve el armamentismo
norteamericano de una forma trágica más que como la herencia del candado que
pusieron los independentistas. Es una visión un tanto fetichista en la que
asigna al objeto la causa. Para Moore el objeto, o sea el arma, es la causa de
los fenómenos que ocurren junto a ella. Para Moore el arma es la que mata y no
todo lo que hay detrás de ella. Moore ve las armas como el hombre primitivo
veía el cielo. Como en el cielo estaban los rayos, la vida dada por la lluvia,
lo mismo que la muerte dada por el fuego, en el cielo estaba el poder, Dios.
Sin embargo, el poder no está en las armas, sino lo que hay detrás de ellas. En
Estados Unidos las armas son comunes, incluso en Columbine donde ocurrió la
masacre se ven desfiles con armas poderosas, quizá nucleares.
Moore lo pone tan fácil que
cualquiera diría que ese problema ni siquiera debería existir. Bastaría con
retirar las armas de la sociedad. Según él, el problema de la violencia en
Estados Unidos se debe al miedo, y este tiene raíces históricas pues los
colonizadores se enfrentaron a los indios con los quien tuvieron que usar
violencia. La guerra civil dejó los estragos de una sociedad racista. Cuando
los negros tuvieron libertad los blancos se quisieron defender usando armas.
Nunca se prohibieron y ahora Estados Unidos tiene una sociedad armada. (Pero
recordemos, una sociedad armada es una sociedad que puede derrocar a sus
gobiernos). Esta disponibilidad de armas es la que genera violencia como factor
no como causa, según Moore. La disponibilidad es tal que las armas se anuncian,
se venden en los bancos, un ciego las puede tener, un adolescente. Todos los
excesos que muestra el documental.
Ni la misma idea de Dios resulta
tan reduccionista. La tesis de la película la podemos apreciar en el siguiente
diagrama.
Con su particular estilo, Moore seguirá
representando a representantes e informantes calificados de todas las
tendencias y los pondrá en aprietos por igual a todos. El cineasta va
preguntando a distintas personas sobre porque consideran que hay violencia en
“América”. Son variadas las respuestas.
La hipótesis epidemiológica
Hay quien cree que la violencia
proviene de los medios de comunicación. Como los medios muestran violencia, esta se
materializa cuando hay posibilidades de que eso ocurra. Así la violencia proviene del contagio. Los
medios de comunicación tienen héroes violentos y de ahí se desata la crisis. Es una cuestión puramente epidemiológica.
…that the
entire focus on why the shootings occurred was because the killers listened to
Marilyn Manson. Two years after Columbine, Manson finally returned to Denver. Angry,
heavy-metal subculture. - Where were the parents? - Violent movies. -
"South Park." - Video games - Television - Entertainment- Satan -
Cartoons- Films- Society- Toy guns- Drugs.
Marilyn Manson es considerado durante uno de sus años de
fama, la causa de todos los problemas según algunos segmentos de la sociedad.
Moore muestra lo absurdo que es considerar eso, pero no ve que también
considerar las armas como la causa de la violencia es igual de reduccionista.
Hace alguna referencia no implícita a la teoría del Shock de Naomi Klein,
cuando recuerda que se sembró el miedo en la sociedad en un Halloween sobre que
los dulces estaban envenenados por un maniaco.
Remember
the first time you heard that someone had hidden a razor
blade in
an apple at Halloween? Before long, kids were not permitted to go out in the
dark on Halloween and go trick-or-treating at strangers' homes.
Moore retoma: el miedo social se contagia, ante este miedo,
el armamentismo es un buen caldo de cultivo para la violencia. Hay otros
puntos.
La hipótesis sicológica
Hay quienes aún creen como los positivistas que el crimen
vivía adentro de algunas personas. Quizá los chicos asesinos lo hicieron porque
eran raros. Aparecen las opiniones de unas compañeras de estos muchachos. “Eran
unos locos”, es lo que opinan.
-What
were Eric Harris and Dylan Klebold like?
- Weird.
- Yeah?
- I mean,
not very social.
-I didn't
really know who they were.
-Not very
social, just kinda kept to themselves.
-How good
a bowlers were Eric and Dylan?
-When we
played them, all I remember is they were just, like, crazy.
Moore parece subestimar esta postura, sin embargo, parece
rescatar de ella, que el miedo a los locos abona en favor de la violencia.
La hipótesis social
En su investigación Moore se topa con que Canadá también
tiene libertad armamentista, sin embargo, poca gente utiliza las armas más allá
de asesinar osos y demás fauna. Si no consideramos violencia matar animales, entonces
en Canadá no existe la violencia. Hace efectivas comparaciones y concluye que
en Canadá no hay violencia porque existen iguales condiciones para todos.
Entrevista a algunos usuarios de servicios de salud universales.
-Good, then here of what the air
a ghetto in Canada has.
This also
in the mentality of a Canadian is,to think that a person which falls sick, must
profit from medical care?
- It is
sure.
-Why?
- It is
one of the humans right, who to live.
-You hardly
return from the Urgencies?
- Yes.
-How much
cost you the care?
-I do not
know,
-it is my
insurance which pays.
-You did
not have anything to pay?
- Not.
-I have
of the family in the United States.
-They
moved of Canada over there. It is completely different over there.
- People are more apprehensive.
Desgraciadamente no lleva la hipótesis de la desigualdad al
extremo. Se queda a medias y acaba de nuevo en su hipótesis del miedo. La gente
en EU es más aprensiva. Tampoco encuentra muchas causas del lado social cuando
examina el carácter de la familia. Se ha dicho que en Estados Unidos la familia
es una institución desmembrada, sin embargo un simple recuento mostrará que eso
es peor en otros países.
Many people in America believe
that it's the break-up of the family unit that's caused so many wayward youth
to turn to
violence. I'll save you the trouble. I'll run away and kill myself!
How would
you like that? You can't keep me here! But statistics show that there are more
broken homes and divorce in Great Britain than in the U.S.
La hipótesis histórica:
Hay quienes creen que la
violencia proviene de la historia violenta,
“Liberals
contend that it's all the poverty we have in America that causes all this
violence. But the unemployment rate in Canada is twice what it is here. Of
course, most people say it's because we Americans have a violent history, a
violent past. Cowboys and Indians, the Wild West, a history of conquering and
bloodshed”.
Esa tesis es común y siempre
aparece la contraparte indicando que hay un lugar donde no hay violencia y
existe pobreza. Estados Unidos no genera “tanta” pobreza (en su territorio) sin
embargo genera mucha violencia.
El gordo Moore escapa de explicarnos todo
Moore concluye de forma muy
simple, la violencia la genera la combinación del miedo en un ambiente propicio
lleno de armas.
Siendo que al fin y al cabo se
trata de una película, propongo un final alternativo. Primero, la violencia no
es generada por las armas. Más bien, las armas son generadas por la violencia
en un esquema de oferta y demanda. Las armas no se hacen para la violencia, la
violencia se hace con armas (o sin ellas). Matar animales sí es violento,
aunque Moore vea el asunto desde una perspectiva “carnívora”. Pero en Canadá no
hay violencia intra especie por una razón muy simple: hay igualdad. Ya Durkheim
mostró los mecanismos sociales de la violencia (la autoviolencia del suicidio),
la gente es violenta cuando se compara con otros y se ve en peores condiciones.
Ahí ocurre la anomia. Estados Unidos transitó al capitalismo con una historia
particularmente violenta, pero esa historia no abonó en la violencia, lo que
abonó en ella fue que junto a esa historia se tejió una sociedad inequitativa.
Esta inequidad genera ira que es retroalimentada por los medios de comunicación
que también muestran la inequidad con las exhibiciones de riqueza de las “grandes
personalidades”: NO CON LA EXHIBICION DE FANTASIAS VIOLENTAS, que como ha
demostrado Gerard Jones en su libro matando mounstruos, son necesarias
principalmente para … que no se genere violencia real. Moore se aproxima a la
idea cuando critica que Marylyn Manson es culpado de cosas totalmente fuera de
su alcance. Pero no lleva ese principio a sus últimas consecuencias (quizá
también porque ese es trabajo de criminólogos, no de cineastas).
Por otro lado, la independencia
norteamericana consagró el derecho armamentista, que es imprescindible en la
autoconservación de una sociedad que tiene un gobierno que siendo poderoso
hacia afuera quisiera volverse poderoso hacia adentro. Tan simple como que la
sociedad norteamericana no funcionaría sin armas. Así como la sociedad mejicana
no funciona porque tiene un gobierno que ha desalojado de todo poder a su
sociedad. Solo le ha dejado la simulación de las elecciones.
Mi propuesta la resumo en el
siguiente diagrama.
¿Para qué sirve saber de dónde proviene la violencia?
El origen de las cosas, sirve
para reproducirlas o para evitarlas. El origen de la violencia es útil saberlo
para evitarlo. Pero si el diagnóstico es equivocado no se evitará nada. Toda
política criminal debe estar basada en juicios certeros para poder evitar el
crimen. Si creemos que la violencia proviene de las armas, como los hombres
primitivos creían que el destino provenía del cielo, no evitaremos nada. Las políticas
serán seudoprimarias: quito armas, quito delitos. Una verdadera prevención
buscaría eliminar todo vicio de desigualdad. El expendio de armas, lejos de
originar violencia, la evita. Todos los gobiernos dictatoriales terminan
prohibendo las armas de una forma u otra. Franco prohibió las armas en España,
Hiroito en Japón. EN todos los países con historia tiránica hay prohibición de
armas. Eso no quiere decir que todos los gobiernos tiránicos las prohíban o que
no pueda estar superada la tiranía por los estados paralelos. En Méjico, ya
existe un estado fallido. Hay numerosas empresas que ya pagan impuesto a dos
gobiernos, el oficial y el narco. Pero el ser humano es un animal, pide permiso
para muchas cosas pero no para subsistir. Así que en Méjico, una vez que no
existe estado único, surgen grupos armados (como los autodefensas) a quienes
les expendieron armas cualquiera de los dos gobiernos existentes. A pesar de
que las armas están prohibidas.
Conclusiones:
- · El armamentismo debe ser un derecho consagrado para evitar los gobiernos autoritarios.
- · El cine no es un criminólogo autorizado para abordar problemas fuera de su alcance.
- · La política preventiva no debería tener medidas inútiles de antiarmamentismo.
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