domingo, 16 de abril de 2023

 EO Y YO

El cirquero cruel y el verdugo del rastro, el traficante y el asesino, el apostador y su madrastra infiel, son todos unos burros. Pero a la vez no lo son. Lo son siguiendo el canon cristiano que obiga a los hijos de dios a aceptar a todas las criaturas del planeta en sus platos. Entonces los animales son poco menos que miembros del reino mineral que no saben nada pero saben a gloria. Pero los burros no son asi, en realidad son personas profundas que gritan o lloran, sienten y entienden, aman y reciben amor, como todos los animales.





Eo decide safarse cada vez que llega a un nuevo grupo de depredadores, desde los hinchas locos, que lo hacen mascota por provoar un gol, hasta los del otro equipo capaces de lo que sea. Pero hasta su capacidad de asesinar es inocencia pura. Cada que los humanos hacen alguna burrada decide explorar otra aventura, exponiendose al fuego, la noche o las armas. Un burro que no es nada burro, descubre a la humanidad en sus burradas. Para comunicar no necesita hablar, basta usar como medium a un genial director que capta sus lágrimas o miradas para decirnos todo. Una cámara  para la salvajidad. El buho, el zorro, la araña. O la cara de absurdo del burro hasta su aparecer repentino en una nueva aventura. 

Es una cinta de muchos premios, pero el que más merece y nunca tendrá, es el de mejor actor principal. Si el mundo fuera justo y lo obtuviera, seria la primera vez que lo ganara alguien totalmente sincero, inocente, integro, un burro.

Recuerda un poco a Platero y yo, no solo porque "es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos", y que la película es en si un poema, sino porque recuerda a esa humanidad que al final lo castra todo. Una película que solo la pudo hacer un anciano de mente adolescente como Skolimowski, que mostrará de forma impecable que los animales son personas.

Si eres vegan, antiespecista, estás furios contra la humanidad por sus desastres y tu naturaleza es la amargura de este mundo depredador, esta es tu película, saldras mas vegan, antiespecista, furios y aun mas amargad, llorarás y sufrirás y aun asi, habrá valido la pena. 

***** de *****

Totalmente recomendable

 CERCA DEL HOYO EN LA CERCA

Una escuela de gueros catolicos celebra su tradicional campamento de integración, amenazadosEO Y YO

El cirquero cruel y el verdugo del rastro, el traficante y el asesino, el apostador y su madrastra infiel, son todos unos burros. Pero a la vez no lo son. Lo son siguiendo el canon cristiano que obiga a los hijos de dios a aceptar a todas las criaturas del planeta en sus platos. Entonces los animales son poco menos que miembros del reino mineral que no saben nada pero saben a gloria. Pero los burros no son asi, en realidad son personas profundas que gritan o lloran, sienten y entienden, aman y reciben amor, como todos los animales.

Eo decide safarse cada vez que llega a un nuevo grupo de depredadores, desde los hinchas locos, que lo hacen mascota por provoar un gol, hasta los del otro equipo capaces de lo que sea. Pero hasta su capacidad de asesinar es inocencia pura. Cada que los humanos hacen alguna burrada decide explorar otra aventura, exponiendose al fuego, la noche o las armas. Un burro que no es nada burro, descubre a la humanidad en sus burradas. Para comunicar no necesita hablar, basta usar como medium a un genial director que capta sus lágrimas o miradas para decirnos todo. Una cámara  para la salvajidad. El buho, el zorro, la araña. O la cara de absurdo del burro hasta su aparecer repentino en una nueva aventura. 

Es una cinta de muchos premios, pero el que más merece y nunca tendrá, es el de mejor actor principal. Si el mundo fuera justo y lo obtuviera, seria la primera vez que lo ganara alguien totalmente sincero, inocente, integro, un burro.

Recuerda un poco a Platero y yo, no solo porque "es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos", y que la película es en si un poema, sino porque recuerda a esa humanidad que al final lo castra todo. Una película que solo la pudo hacer un anciano de mente adolescente como Skolimowski, que mostrará de forma impecable que los animales son personas.

Si eres vegan, antiespecista, estás furios contra la humanidad por sus desastres y tu naturaleza es la amargura de este mundo depredador, esta es tu película, saldras mas vegan, antiespecista, furios y aun mas amargad, llorarás y sufrirás y aun asi, habrá valido la pena. 

***** de *****

Totalmente recomendable de que en otros eventos del pasado han ocurrido cosas muy fuertes. ¿Logrará el evento de integración desintegrar a todos? Pareciera una denuncia pero en México la gran zanja que debería dividir al cine de suspenso y el periodismo es en realidad una línea de estilografo. 

Las conductas mexicanas tan estereotipadas como las que vemos a veces en la calle, o en un fiesta en la que después de que alguien opina algo, le tienes que preguntar, ¿lo dices en broma verdad? Somos vecinos de la parodia. Asi que las imagenes realistas requieren de una estilización para que no parezcan las caricaturas que salen al repliar la realidad. Porque es cierto que en toda escuela de güeros hay un chocorrol, y quizá se llame así porque alguien debe llevar el ROL del moreno, o sea del CHOCO para que los demás, aunque no les alcanzará su tez para lograr el pantone 57 7 C, con un 322 1 C en el grupo, ya todos son gueros. Quiza por eso hasta las becas las dan por color. Alguien tiene que llevar el choco-roll. También nunca falta el seminarista inquietado por los cuerpos adolescentes, ni la disciplina torturante o el padrecito gringo qué habla tipo keemosabe aunque llego a Méjico desde los 5 años.

Pero quien creería sino lo viera, que en México destazan a alquien porque no pago una cuota, o que la encargada de la justicia es plagiadora, que a una música le lanzó su expareja una cubeta con acido, o el presidente es conductor de un noticiero donde editorializa a individuos, por no decir bulea. Estos cuatro hechos no salen en la película, pero sirven para mostrar que no es fácil generar una imagen mexicana que sea retrato y no parezca una obscura caricatura gótica. Es como si alguien de razgos exageradamente curiosos, se hace un retraro y parece caricaturizado. El dibujante tendría que inventar un poco, para que fuera la misma persona, y aunque no fuera el real, si lo apreciera. La caricatura tendría que al contrario de lo, que hace, estilizar un poco. 

Es lo que logra esta película. Presentar un extracto de una sociedad tan burda, dominada por los mitos que se autocumplen. Ahi esta el padre violador, la víctima verdugo, el cuidador que maltrata, el valiente que defiende a la victima y esta que se vuelve verdugo de su defensor, solo para formar parte del grupo. Y ni siquiera un buen grupo. El indígena qué ayuda al gringo en su manipulación, colectiva. Y al final todo se complica tanto que todos están dispuestos a matar. 

Un modelo de sociedad replicado en una escuela de gueros católicos. El abuso qué todos llevamos dentro. Pareciera que dejaron de existir y que es un estereotipo, pero asi son, y para ser creíble, da unas buenas pinceladas. Todos buscan siempre al chocorrol para que ya formados por colores solo a uno le toque serlo recibiendo las burlas o golpizas.  Asi es la sociedad mexicana todos formados para que el pobre pero no tanto, tenga que discriminar al menos al más pobre. Y el moreno no tanto busca al más moreno. Y al final el consuelo es una beca, de la iglesia o del gobierno, da lo mismo.

Ahi están los lideres manipuladores que pueden construir realidades alternas a un rebaño muerto de terror. Aquí son la iglesia pero también podrían ser los políticos, y no nos olvidamos de ellos porque si aparecen en la película en el momento épico que es a la vez un simple detalle, qué retrata de cuerpo completo nuestra historia política, cuando tienen que venir por uno de los niños por una lesión que recibió, llegan su padres en un helicoptero qué tiene las siglas del Indep. El instituto para devolverle al pueblo lo robado. Si el nombre del instituto ya es en si una chacota, que será su funcionamiento. El pasajero es el alto funcionario qué usa el vehículo aéreo para sus fines personales, lo que nos deja claro que ya no es como antes cuando los altos funcionarios usaban los vehículos aéreos de sus instituciones para fines personales. Una instantánea para enmarcarse. 

Todos los abusos mejis de los depredadore en accion:

El pastor contra el rebaño, el guero contra el prieto, el viejo contra el joven, el lider contra el seguidor, el rico contra el pobre, el hombre contra la mujer, el que corre contra el discapacitado. Así que su historia e imagenes podrían funcionar perfectamente sin la música de terror qué oímos  todo el tiempo y logra confundir a muchas personas de que están viendo cine de terror, cuando quienes vivimos en Méjico sabemos que es una cinta costumbrista que retrata tal cual aunque parezca exagerado al buyling meji, el poder de los jerarcas, la corrupción, el engaño, y todo lo que cabe por el hoyo en la cerca, y pensamos si el hoyo en la cerca, no está demasiado cerca.

**** de *****. Muy recomendable. 

El hoyo en la cerca (México, 2021). Dirección: Joaquín del Paso.

 CERCA DEL HOYO EN LA CERCA

Tonatiuh Meaney

Una escuela de gueros católicos celebra su tradicional campamento de integración, amenazados de que en otros eventos del pasado han ocurrido cosas muy fuertes. ¿Logrará el evento de integración desintegrar a todos? Pareciera una denuncia pero en México la gran zanja que debería dividir al cine de suspenso y el periodismo es en realidad una línea de estilografo. 

Las conductas mexicanas tan estereotipadas como las que vemos a veces en la calle, o en un fiesta en la que después de que alguien opina algo, le tienes que preguntar, ¿lo dices en broma verdad? Somos vecinos de la parodia. Asi que las imagenes realistas requieren de una estilización para que no parezcan las caricaturas que salen al repliar la realidad. Porque es cierto que en toda escuela de güeros hay un chocorrol, y quizá se llame así porque alguien debe llevar el ROL del moreno, o sea del CHOCO para que los demás, aunque no les alcanzará su tez para lograr el pantone 57 7 C, con un 322 1 C en el grupo, ya todos son gueros. Quiza por eso hasta las becas las dan por color. Alguien tiene que llevar el choco-roll. También nunca falta el seminarista inquietado por los cuerpos adolescentes, ni la disciplina torturante o el padrecito gringo qué habla tipo keemosabe aunque llego a Méjico desde los 5 años. Representa un sencillo ejemplo de la teoría del labeling aproach, existen una serie de roles que alguien tiene que cumplir y que los distintos compañeros las van tomando. Son teorías de los años 60s y siguen vigentes, ni con todo el armamento de las organizaciones civiles dedicadas a eliminar los etiquetamientos han dejado de ser válidas. Así es la sociedad. Dentro de un mismo grupo habrá minorías.









Pero quien creería sino lo viera, que en México destazan a alquien porque no pago una cuota, o que la encargada de la justicia es plagiadora, que a una música le lanzó su expareja una cubeta con acido, o el presidente es conductor de un noticiero donde editorializa a individuos, por no decir bulea. Estos cuatro hechos no salen en la película, pero sirven para mostrar que no es fácil generar una imagen mexicana que sea retrato y no parezca una obscura caricatura gótica. Es como si alguien de razgos exageradamente curiosos, se hace un retraro y parece caricaturizado. El dibujante tendría que inventar un poco, para que fuera la misma persona, y aunque no fuera el real, si lo apreciera. La caricatura tendría que al contrario de lo, que hace, estilizar un poco. 

Es lo que logra esta película. Presentar un extracto de una sociedad tan burda, dominada por los mitos que se autocumplen. Ahi esta el padre violador, la víctima verdugo, el cuidador que maltrata, el valiente que defiende a la victima y esta que se vuelve verdugo de su defensor, solo para formar parte del grupo. Y ni siquiera un buen grupo. El indígena qué ayuda al gringo en su manipulación, colectiva. Y al final todo se complica tanto que todos están dispuestos a matar. 

Un modelo de sociedad replicado en una escuela de gueros católicos. El abuso qué todos llevamos dentro. Pareciera que dejaron de existir y que es un estereotipo, pero asi son, y para ser creíble, da unas buenas pinceladas. Todos buscan siempre al chocorrol para que ya formados por colores solo a uno le toque serlo recibiendo las burlas o golpizas.  Asi es la sociedad mexicana todos formados para que el pobre pero no tanto, tenga que discriminar al menos al más pobre. Y el moreno no tanto busca al más moreno. Y al final el consuelo es una beca, de la iglesia o del gobierno, da lo mismo.

Ahi están los lideres manipuladores que pueden construir realidades alternas a un rebaño muerto de terror. Aquí son la iglesia pero también podrían ser los políticos, y no nos olvidamos de ellos porque si aparecen en la película en el momento épico que es a la vez un simple detalle, qué retrata de cuerpo completo nuestra historia política, cuando tienen que venir por uno de los niños por una lesión que recibió, llegan su padres en un helicoptero qué tiene las siglas del Indep. El instituto para devolverle al pueblo lo robado. Si el nombre del instituto ya es en si una chacota, que será su funcionamiento. El pasajero es el alto funcionario qué usa el vehículo aéreo para sus fines personales, lo que nos deja claro que ya no es como antes cuando los altos funcionarios usaban los vehículos aéreos de sus instituciones para fines personales. Una instantánea para enmarcarse. 

Todos los abusos mejis de los depredadore en accion:

El pastor contra el rebaño, el guero contra el prieto, el viejo contra el joven, el lider contra el seguidor, el rico contra el pobre, el hombre contra la mujer, el que corre contra el discapacitado. Así que su historia e imagenes podrían funcionar perfectamente sin la música de terror qué oímos  todo el tiempo y logra confundir a muchas personas de que están viendo cine de terror, cuando quienes vivimos en Méjico sabemos que es una cinta costumbrista que retrata tal cual aunque parezca exagerado al buyling meji, el poder de los jerarcas, la corrupción, el engaño, y todo lo que cabe por el hoyo en la cerca, y pensamos si el hoyo en la cerca, no está demasiado cerca.

**** de *****. Muy recomendable. 

El hoyo en la cerca (México, 2021). Dirección: Joaquín del Paso.



Paranoid park y el lugar y tiempo equivocado

En tan solo hora y media, tenemos la historia de un chico tan típico y estereotipado que viviremos una disonancia cognitiva cuando lo veamos envuelto en una revolución y cofrontación mental. El perfil del chico skater, quizá es tan bien representado por el actor primerizo Gabe Navis, pues el mismo lo es, y tan lo es que fue captado por la producción del casting en una convocatoria pegada en una tienda de patinetas. 

Alex frecuenta los lugares de skating, y se encuentra a todo tipo de gente que lo invita a emociones. Así llega en la noche a un parque que es conocido por generar conflictos. Llega ahi por uno de sus amigos, y emprende una pequeña aventura con un skater más grande que el. Un guardia poco entrenado los persigue por la simple sospecha y ellos asustados suben a un tren. En la persecusión el guardia termina muerto en un accidente más bien tonto. 

La penología en la ciencia criminal ha estudiado los estilos de pena durante la historia, y como la administración de la pena debe considerar la proporcionalidad y otros factores. Pero no dice nada de la pena que paga el culpable por su mismo sentimiento de culpa. A todo el entorno que se enfrenta de tensión, incertidumbre y pérdida adelantada de la libertad. Una culpa sin juicio que se da por no enfrentarse al mismo. Todo esto agravado en la vida adolescente que no encuentra una red social capaz de darle soporte a su tragedia. 

La investigación policiaca por ella misma ya es entonces un adelanto penal y las instituciones no son capaces de enfrentarlo. La falta de conciencia forense del inocente, aunque sea en espíritu, le originará un castigo independientemente del desenlace y quizá por eso mismo, Van Sant como en otras ocasiones prescinde del mismo con silencios y subjetividades similares desde una perspectia adolescente a las que nos ofreció en Elephant, aun con la diferencia de escala entre una y otra problemática.



Paranoid Park, EUA-Francia, 2007, 90 mins. Gus Van Sant 


sábado, 8 de abril de 2023

 

La Tár-a del me too
Tonatiuh Meaney






Con esa pieza tan sencilla BWV 846 comienza la música como la conocemos. Según algunas personas expertas en musicología, eurocentristas, la estructura musical moderna comienza con el clave bien temperado, que son una colección de 24 preludios y fugas que tienen la particularidad de cubrir todas las tonalidades mayores y menores, con lo que Bach demuestra que una determinada afinación, permite la movilidad en un instrumento de una tonalidad a otra, que no era posible con la afinación pitagórica. Aunque Bach no publicó o estrenó todas estas piezas de golpe, las fue juntando a lo largo de los años, y al terminar tenía claro que la  modificación en la afinación por la que la música transitaba, permitía la movilidad de tono. Por eso estas piezas las recetan a los estudiantes de distintos instrumentos, e incluso esta solución es un problema que se estudia en las materias de geometría, yo tuve que hacer un trabajo final al respecto cuando estudiaba matemáticas. Si la colección comienza con la popular Preludio en Do mayor, alguien podrá decir, ignorando algunos hechos, que la música comienza con esa pieza.

Aquí está: Preludio en DO Mayor, Bach

Es simplemente maravillosa, abres una modesta cajita y sale el universo. Esto trata de explicar Tár a su estudiante con ideas sensoriales que él se niega aceptar por el prejuicio de que Bach es macho. Pero aunque esta pieza es el climax del pretexto de eurocentristas y  patriarcalistas de llamarle a Bach el padre de la música, aun con todas las exageraciones visibles, esa pieza tan sencilla y de autor tan complejo, son importantísimos en la música. Nuestras vidas son aunque sea un poco diferentes de como serían de no existir este preludio. Que además fue un preludio a la construcción de las grandes obras musicales. Ni siquiera el regeton sería igual. Pero a Tár, en vez de ocurrírsele argumentar eso a su estudiante antibachiano, por ser un macho que se dedica a poblar al mundo de hijos (pero también de música), le dice a su estudiante que es un robot quiado por ideas ajenas. Lo cual resulta un insulto a alguien como ese joven no binario, que considera que está participando en la formación de una nueva época. Ella lo destruye inundandolo de ironía, que además, prejuiciosa, acaba haciendo lo que el joven y de paso nos deja ver que ella no es una buena persona. 

En otras ocasiones Tár, la directora de moda, la genia de la dirección y la gran sensación muestra su arrogancia alimentada también por la fama y el dinero en el mundo del snobismo. Su payasadez que refrenda desde que elije que comer, hasta que vestir o que decir, aunque esto últmo no lo haga con absoluta elegancia. Por un lado la vemos alternar su vida entre un maravilloso departamento en Berlín y un estudio en un viejo edificio. Aun si la películo no nos gustara, el simple hecho de paseamos con esa cámara indiscreta por esa maravillosa ciudad de Berlín en sus rincones y al mismo tiempo por los rincones de claroscuros de la vida diaria de esta mujer, nos darian votos suficientes para aceptarla. Finalmente la película nos da curiosamente un concierto, que es parte de los que quiere narrar. Pareciera que el director de pronto se cree director de orquesta y no de cine. Y pasa por distintos tempos, ritmos y hasta tonos. Como aprovechando un clave bien temperado pero del cine que le permite aburrirte si quiere y luego dramatizarte. Así de pronto estamos en un largo, con una reflexión infumable, y de pronto pasamos a un vivace que acaba con una vecina muerta. Pasa del tono mayor del consuelo con su pareja al menor con el desencanto profesional. Y hasta el ritmo que sin llegar a la polirritmia (que buscando analogías podríamos encontrar quizá en Lola corre lola), si cambia de una narración estructurada, digamos cuatro cuartos a una menos convencional. Y hasta el instrumental, de pronto es un aburrido tintineo de triángulo, y de pronto nos despierta un bongo.

 Vemos a Tár amenazar a la compañerita buly de su hija adoptiva. Si vuelve a molestar a su hija, la va a conocer. Ella se declara el padre de la niña, Petra, que es hija biológica de su novia Sharon. Y con esto nos pone en una contradicción, es lo suficientemente elástica para ser directora en un mundo de directores, pero regresa al patriarcalismo que el joven criticaba a Bach. Vemos también a Tar correr a un subdirector técnico de la orquesta, o un puesto así, porque ha opinado que el clarinete está tocando demasiado fuerte, esto la lleva a tener la certeza de que ya está viejo y hay que reemplazarlo. Eso tiene Tár, certezas. Así se espera que sea una directora de orquesta, precisa y decidida. Y no le importa tomar ese papel, aun a costa de borrar su humanidad o la de otras personas.

 Pero el mundo está lleno de malas personas que no sobrepasan la línea. Tár, comienza a recibir acusaciones de acoso laboral y sexual. Sus enemigos bien ganados aportarán lo que pueda a esa hola. Distintas mujeres confirman que ellas también han sido víctimas. Lo peor ocurre cuando es acusada de ser la responsable del suicidio de una colaboradora que tomó demasiado enserio sus palabras. Vemos a una Tár capaz de hacer cualquier cosa, de destruir a cualquiera cuando deja las notas y toma las palabras, pero no la vemos haciendo dichas cosas. Vemos su potencial pero no la acción. Pero el me too que es un sustituto de la expulsión de la paz medieval también llamado destierro que no necesita pruebas más que dichos. Cualquiera podía ir a la hogera a la expulsión, esto último le toca a Tár. Y ya activado el me too, hasta su pareja le voltea la espalda, y le da significado a la ausencia de Tár como producto de la infidelidad. Vemos a la Tár capaz de hacerlo por no haciéndolo. Así, se vuelve una película, también de sonidos, como la música. Pero aquí los sonidos son decires. El video de la profesora maltratando en clase, que sube un estudiante es la prueba, una pancarta es una manifestación es la prueba. Las palabras que son sonidos se convierten en medio de prueba. Y ese regreso a la edad media es solo posible, cuando toda la tara del patriarcalismo ha hecho en nuestra vida que a una persona acosada al ir a denunciar resulte solo  revictimizada. 

La justicia moderna no tiene la fuerza para juzgar probables responsables, así que el mee too decide tomar la justicia por sus manos. Y dice, habrá inocentes que paguen pero valdrá la pena con los culpables que caigan. Y culpa antes del juicio. Le quita a la gente el derecho de ser vencido en juicio, pero es cierto, una vez que la justicia a desaparecido. Y las víctimas tienen que volver a explorar los caminos, incluso los medievales.  

Sí, la película habla de la cancelación, pero también del abuso escolar y laboral y sobre todo de la sustitución de la justicia ante su mismo fracaso por el me too. Tiene el gran acierto de dejar todo en el sonido, el decir, y no el ver. No vemos a Tár orillando al suicidio, solo oimos que alguien dijo algo que otro dijo. Es el me too como renuncia a la venganza pública como medio de pena y regresa a la venganza privada y la vergüenza pública, sin proporcionalidad de penas y con la desaparición del estado como administrador de justicia. Así la historia de Tár es la historia de la tara de la justicia que llevó a la tara del mee too y nunca sabremos si Tár era o no culpable de todas las acusaciones y con la fuerza del me too para destruir vidas independientemente de la culpabilidad o no, no sabremos si Tár está viviendo esa reacción en cadena de retrocesos como karma o una nueva injusticia del me too, que lo muestra su última genial, sorpresica, decadente pero gloriosa escena.


 Tár (EU, 2022, 158 mins., Todd Field)


lunes, 30 de diciembre de 2013

Reflexiones sobre el documental El Tunel

Diagnóstico
Un túnel conecta la cárcel con los juzgados.
Un túnel conecta los pasillos de los archivos.
El documental comienza haciendo un diagnóstico de la situación jurídica de la mayoría de las personas que tienen que atravesar justa o injustamente por un proceso legal.

Un túnel es para entrar y otro para salir, o quedarse, o lo que ocurra casi al azar porque a decir de los entrevistados, en Méjico la justicia no existe. Cualquiera puede quedar atrapado en medio de ese túnel que representa un sistema jurídico incompetente, herencia de la inquisición española y –a decir de Dehesa- de Felipe II, el príncipe del papel que instituyera la burocracia escrita. Es un sistema que sólo ha evolucionado en la forma como se genera el papel, si antes salía de máquinas de escribir quizá ahora sale de impresoras, a lo mucho. Sique teniendo los mismos principios que es imposible aceptar después de Becaria: la no presunción de inocencia, la no oralidad, la no presencia del juez y la desproporcionalidad de penas.
Todos lo dicen en el documental con tal tranquilidad que si uno supiera que eso existe realmente sería difícil creerles que están diciendo la verdad. Los responsables de que no suceda y las mismas víctimas. Nadie parece indignado, Es la costumbre.
Las víctimas hablan
Hay inocentes encarcelados, hay culpables libres y hay quienes han cometido pequeñas infracciones que cargan grandes penas. Una víctima del sistema nos dice “Hay gente que se dedica al secuestro express, al robo y entran y salen entran y salen, en cambio hay quien se queda por un choque”.



 “Me acusan de robarme cosas de perfumería por valor de 200 pesos me condenan a seis años once días”, nos dice una entrevistada a quien al menos le permitieron hablar. “Déjanos usarte y te dejamos salir” decen mujeres que les dieron judiciales cuando las detuvieron. Otros narran sus historias terribles.
Las Lydias lidian con el sistema, Lydia Cacho, periodista grandiosa y responsable de un centro de víctimas, nos platica de un caso en que el ministerio público ni siquiera está dispuesto a levantar la demanda. Lydia Negrete nos confiesa, a pesar de ser abogada que “yo no creo que el sistema jurídico mejicano funcione”, en cierta forma es como si un sacerdote se parara un día en la misa y dijera “yo no creo que dios exista”. ¿Hasta donde ha llegado la justicia mejicana que sus propios seguidores reniegan de ella? Pero no se necesitar ser Lydia para lidiar con la justicia, ni German Dehesa que de leyes o robos no sabía nada pero igual robaba cámara en todos lados. Quizá lo tenga que decir alguien tan probo para que se crea algo que parece fantasía pero en realidad todos lo sabemos.
Los victimarios hablan
Lo más sorprendente del sistema de injusticia mejicano me parece que es la gala del cinismo.
Esto se adereza con el nepotismo con el que atienden los administradores de justicia que como administradores quizá no sea que no sepan de justicia si no que la ahorra. “Quieren consignación, hacemos consignación, que estén bien hechas ya es otra cosa” Dicen policías explicando que a ellos les pagan por consignación. Como si la “justicia” estuviera orientada a generar estadísticas y no justicia.
En la parte privada de la justicia también se cuecen habas. El abogado de las tiendas que de ninguna manera tiene pinta de doctor en derecho y ni siquiera de alguien con estudios nos dice de forma más bien prosaica de lo que parece estar orgulloso “A mí me ha tocado (SIC) asuntos en que personas en que (SIC) han robado cantidades mínimas de 17 pesos y se han tenido que ir consignadas a los reclusorios”. Otro abogado, pero del lado del defendido adinerado dice “Para sacar un cliente se necesita habilidad y dinero, ambas cosas conjugadas”. Un Ministerio público indica, cuando se le pregunta si existe la corrupción en los juzgados, como chiste cínico  “Depende en que turno jajaj… en todo Ministerio Público hay corrupción” Explica algunos términos técnicos de la corrupción, “doblate” es que el “cliente” aumente la oferta al MP. “Velita prendida” es tener dinero guardado para salir de la cárcel. Reafirma, por si no quedara claro  “Las personas que llegan a los reclusorios son los que no tienen dinero”. El fiscal de Benito Juárez en un espacio de autocrítica dice “es mejor tener un primodelincuente en la calle que a un inocente en prisión”.
Los expertos nos dicen que “La ciudad de Méjico es la ciudad que tiene más gente en las cárceles”. Sin embargo no la vemos como la ciduad más segura. Nos dan datos y más datos. “70% de los internos entran por robos menores. 99% De los delitos en Méjico quedan impunes. No tengo abogado defensor”. 70% no tuvieron abogado. 72 % de los detenidos fueron incomunicados. 80% no fueron escuchados por el juez.
El tonto en el pueblo habla

Uno de los logros del documental es haber encontrado quizá a la única persona en el mundo que no está enterada de la corrupción que existe en los penales mejicanos. Nos dice este hombre llamado Alejandro Senties que en las cárceles “casi no hay corrupción”, que todo el que esté en la cárcel está vinculada a un delito. Es necesario un valor increíble para decirlo: “Yo creo que el sistema legal en el DF… si la hay la corrupción es mínima”.


Hipótesis
Pero ¿Por qué el sistema es tan corrupto? ¿Com ose puede remediar? Las hipótesis sobre porque el sistema mejicano es tan corrupto no faltan. Según algunos es porque a los policías “Les pagan por puesta a disposición”, entonces los policías gustan de llevar gente inocente ante el MP.  Esta parece una inocente hipótesis. Otra indica que es por la no oralidad de los juicios. Y otra más dice que ni si quera eso es suficiente.
Soluciones
Según algunos, la solución es que haya juicios orales, pues en el actual sistema “los esfuerzos se concentran en la creación de un experiente no en la impartición de justicia”. Dicen que es necesario ver las reformas más exitosas (Lydia Negrete) en otros países, ver quienes lograron transformar sus sistemas en uno mejor.  Chlie tuvo un sistema similar que se reformó gradualmente. Antes era desordenado, secreto y sin plazos. Entonces todos dudaban de él. Hoy se puede comparar con el sistema mejicano con mucha más ventaja.

Concepto
Chile
México
Número de jueces por caso
3
1
Juez con respecto a la audiencia
Juez escucha en Publico
Juez Lee en privado
Ambiente
Solemne
Informal
Base de la justicia
Las escucha
Expediente
Casos simultáneos que lleva un juez
1
20
Asistentes del juez
1
15


Otros consideran que no es suficiente con implantar los uicios orales, sino que se necesitan otro tipo de reformas. Aunque no dice cuáles. Abruptamente, acaba el documental mostrando la “marcha fresa” contra la delincuencia en la ciudad de Méjico dejando un poco desconcertado al espectador.
Apreciación
El documental no sabe bien que mostrar, habla de los inocentes en la cárcel, igual que de la gente en la cárcel que sí es culpable. Cuando habla de víctimas son dobles víctimas, y directamente de la “justicia”, pero cuando habla de los que están en cárcel mereciéndolo no se sabe que puede estar criticando. Por otro lado el documental no dice nada que no sepamos. Ni siquiera sirve para indignarnos un poco, porque cualquiera que viva en Méjico ha vivido o conoce de situaciones mucho más complejas a angustiantes que las presentadas.  En términos coloquiales, es el “documental fresa” que no va al fondo del asunto ni se atreve a gritar con suficiente volumen. Quizá sea mejor que nada, igual que los juicios orales. 

 

Víctimas infantiles en el cine



Tres historias que son la misma

En un lugar donde abundan niños, éstos se vuelven víctimas de las circunstancias y de los adultos. Se repite en la realidad como en el cine. El personaje principal sufre agravios de adultos sin haber tenido ninguna culpa en ello. Aquí tenemos tres historias como ejemplo, pero se repite en una cantidad inumerable de historias fílmicas donde la historia principal es que hay una víctima infantil. 


Padre nuestro


En un convento hospicio, donde no ha llegado la reforma educativa, ni los responsables de derechos humanos se han dado la vuelta, la letra con sangre y semen entra. Llega a trabajar un profesor no religioso que algunos lo reciben bien esperando que los contagie un poco de lo bueno que pueda haber afuera. Otros lo reciben mal. Inicia con sus propios métodos que de ningún modo podrían ser clasificados como Montesori pero al menos incluyen el respeto al alumno por lo que se enfrenta al maltrato de algunos de los “hermanos” y es reprendido por los sacerdotes que no quieren progreso pedagógico, ya sea por intereses de poder o sexuales. Estos padres que no quieren el cambio en la parroquia llevan el odio hasta consecuencias fatales con la muerte de un estudiante, Liam, que con su muerte confirma que más que nombre tenía un número, 636. Nos vamos al medio oriente a bordo de una tortuga y vemos un panorama muy similar.


Las tortugas también vuelan

En un campo de guerra, donde no han llegado los tratados de Ginebra y ya se olvidaron los códigos de Nuremberg, los estados en guerra siguen plantando minas, pero no de oro y mucho menos de amor. Llega un niño (Satélite) prometiendo señales pero no de paz, sino de televisión norteamericana, como si fuera poca su presencia minera. Hasta el peor de los males tiene un beneficio, estos niños sin padres ni trabajo, desconectan las minas y las venden a la ONU. Chicos sin futuro dedicados a poner en riesgo su vida o al menos su integridad. Muchos de esos busca bombas no tienen brazos pero “son los mejores porque ya no tienen miedo de perderlos”. Familias se reducen a lo que quedó de las circunstancias. Un niño (Hengoy) ve el futuro, aunque no vio el suyo, tío manco de un ciego, producto bastardo de la violación de los soldados americanos a su hermana. Ahora es hermano, tío, padre y manco funcional. Esa familia deambulará en el desierto en la frontera con el país enemigo, en la frontera con la locura y el abismo que es la frontera con la vida. Una vida gris, pero también hay vidas rosas.


Mi vida en rosa

En un residencial de lujo donde no es que todo sea normal, pero todo debe parecerlo, aún no han llegado las ideas de la ilustración a pesar de ser la cuna. A una familia típica de la clase trabajadora pero acomodada francesa, cuando su hijo menor (Ludovic) hace uso de su derecho a preferir una sexualidad que otra, se le acaba el mundo, sufre el rechazo y la tortura sicológica, logra la expulsión escolar, por firmas. El padre pierde el trabajo y el chico recibe violencia.

Ludovic, Hengov o Liam: siempre hay una víctima. Francia, Kurdistan o Irlanda; siempre hay un lugar. Conservadurismo, Guerra o Orfandad: siempre hay una causa. Homosexualidad, petróleo o religión: siempre hay un pretexto. Mojigatos, imperialistas o sacerdotes: siempre hay victimarios. Parece que solo cambian los nombres de las cosas pero lo que no cambia es la victimización. No hay mapa ni escalera de la victimización. Hay vulnerables por todas partes y lo más son los niños. Los lugares no importan, pueden ser países desarrollados (Francia), en vías de desarrollo (Irlanda) o subdesarrollados (Kurdistan), de cualquier forma los derechos escritos no se materializan.


Infancia victimizada

En los tres casos vemos niños, no sólo niños, pero son los primeros en saber por donde ha llegado el golpe. Las víctimas infantiles tienen una primera victimización cuando uno de sus derechos es violado (la libertad sexual en Ludovic, la integridad física en el caso de Hengoy y la libertad y desarrollo en Liam), luego hay una segunda victimización pues su familia sufre (el desempleo y humillación con la de Ludovic, la desintegración y muerte con la pequeña familia improvisada por el mismo Hengoy y Liam), Pero los que deberían cuidar son los primeros perpetradores o elegantemente llamados victimarios. Que son dobles victimarios, pues victimizan y en segundo por que su función era restaurar. Llos hermanos de Lodovic que no lo protegen de agresores, la ONU con Hengoy que mejor lo acercan a las minas comprándolas que alejandolo de ellas, o para Liam, la Iglesia católica, “la perversa, la simplona, la puta de babilonia”, como diría Fernando Vallejo, que debería cuidar de “las almas” y las destroza. Los tres casos son de víctimas con una doble condición de desventaja, la primera que son niños, y la segunda es variable, para Ludovic que es homosexual, para Liam que es pobre, para Hengoy que es discapacitado.


Las tres historias son la misma. En un solo resumen se podría estar hablando de las tres historias con sólo eliminar algunos detalles. La ilustración lo muestra también.





La universalidad de la victimización

Vemos entonces que la victimización es universal, no importa el continente, el idioma, la causa o el pretexto. Todos los idiomas tienen una palabra para ese que sufre por consecuencias ajenas a si mismo. La victimización parece ir implícita en el código genético. Podríamos pensar que en la nación de las Luces, La France, el razonamiento se impondría sobre la barbarie, pero no es así. Lo mismo en una zona residencial, que en un campamento de guerra, que en un convento; siempre hay heridos, unos en su cuerpo y otros en su mente. El nivel económico, la religión, no eximen a nadie de ser víctimas. Hay víctimas en todas las latitudes y formas de pensar, las ideologías generan víctimas, lo mismo que los sentimientos y las acciones. 

Si bien las tres historias se parecen en que ex difícil alcanzar la paz: entre personas de todas las tendencias sexuales, entre personas de todas las religiones o entre naciones ricas y pobres, se parecen las tres en que la víctima siempre es el más débil. Aunque los victimólogos nos digan que a veces el victimario se convierte en víctima, esto es ciertamente difícil. El padre violador, tan frecuente en Méjico como en Irlanda, realmente no acaba como en la película, siempre acaba en otra parroquia violando a otros niños cuyos padres irresponsables los dejan al “designio de Dios”. Los agresores a la libertad sexual, siempre acaban con el respaldo de la ley. Y en el caso más grave, el de la guerra, quien gana es el héroe. Estados Unidos que por petróleo es capaz de exterminar a la humanidad, sigue sin firmar protocolos, sigue participando como miembro de honor en todos los comités, entonces pueblos enteros se vuelven víctimas del dinero y avaricia. El victimario en esta sociedad, parece que siempre gana. 

En los tres casos hay un poder que impone una idea hegemónica, para Ludovic los cánones sociales, para Hangoy la idea de occidente y para Liam el catolicismo.







Podemos comparar las tres películas y veremos más semejanzas que diferencias.
Película
Las tortugas también vuelan
Mi vida en rosa
Padre nuestro
Lugar
Irak
Francia
Irlanda
Idioma
Arabia
Frances
Inglés
Religión
Musulmana
irrelevante
Católica
Pretexto
Petroleo
Ideas obsoletas
Religión
Falso propósito
Ninguno
Buenas costumbres
Dios
Familia
Hermanos, sobrinos,
 hijos
Familia tradicional
Grupo
Motivo de vulnerabilidad
huérfanos
homosexual
Pobres
Sitio
Campamento de guerra
Barrio rico
Convento hospicio
Grupo
 victimizado
Colectiva
Individual
Colectiva
Antigüedad de la victimización
Capitalismo
Histórico desde
después del
 periodo clásico
Histórico desde el cristianismo
Tipo de
víctima
Inocente
Inocente
Inocentes

¿Esperanza?

Aunque las historias de las tres películas se paren en todo lo inaceptable, también en todo lo esperanzador. La esperanza para Ludovic, es su abuela, esa señora que piensa más allá de razonamientos comerciales. Para el manco Hengoy, la esperanza es Satélite que como buen satélite, con charlatenería o sin ella, siempre anda viendo que hay aquí o allá. Y para Liam, la esperanza que aunque no evita su muerte existe, es la tolerancia de un profesor sino ateo, al menos laico.


Podríamos establecer una “ecuación victimal” que nos da algo de esperanza:









Tipo de víctimas
Muchos verán quizá en Ludovic a una víctima precipitadora, pues si no se hubiera puesto “el vestido” no hubiera ocurrido todo el desmán causado. A Hangoy lo pueden ver como una víctima facilitadora, pues de no ponerse a desconectar bombas no le habrían estallado y a Liam provocadora, pues de no haber robado no habría caído con los curas violadores. En el debate que se da en la victimología sobre la culpabilidad compartida, entre las corrientes “culpantes” y “eximidoras” de las víctimas (Andrew, 107 ss) , se busca entender si es válido asignar una porción de culpa a la víctima. Cuando los primeros victimologos se preguntan porque hay víctimación repetida, consideran que la víctima participa en el crimen en cierta forma. Desde mi particular forma de ver el problema, creo que eso solo sería válido si el estado no se autoproclamara como monopolio legítimo de la violencia y si no hubiera leyes ni la lógica legal fuera bajo la afirmativa ficta (si no está escrito, está permitido). El ejemplo clásico de la corriente “culpante de la víctima” es la persona que deja las llaves en su carro. ¿es responsable de que se lo roben? Aunque para mi parece obvio que no, si seguimos todos los principios del derecho, muchos victimólogos aunque no todos, coinciden en que sí. Pero entonces no es cierto que la ley debe ser escrita? Pues en ningún lugar dice que debo cuidar mis cosas. En el caso de personas que rompen la ley y en ese momento se hacen ellos mismos víctimas está justificada esa posición pero en el contrario creo que no. 


Ahora, en el caso de las películas, que ninguno de los niños victimizados, tiene responsabilidad ni en grado de precipitación, facilitación ni provocación. Llegaron al mundo cuando el problema que los tiene así ya estaban. 


Iter victimis

El camino victimal también es muy semejante en los tres casos.


Ludovic: el niño descubre su orientación sexual -> los padres se asustan .> la comunidad se asusta-> el niño se asusta y reduce su autoestima


Liam: el niño se encuentra en una situación económica desfavorable -> el niño roba (en el caso de los niños si es válido asociar la pobreza a la justificación del robo) -> el niño cae en un lugar peor que la calle


Hangoy: el niño se encuentra en una situación económica desfavorable e insegura viviendo en un país en guerra-> el niño se emplea desactivando bombas –>Una bomba le explota -> empeora su condición económica


En los tres casos vemos un círculo vicioso.


Relación victimal de los niños con sus victimarios:


En el caso de Liam y Ludovic, los victimarios son de la misma comunidad, si así se le puede llamar. En el caso de Hangoy, el victimario es un ente superior (el estado).


CONCLUSION


La victimización es universal, y no hay fronteras para ella. Se cree que los ricos no son víctimas pero también lo son. La victimización se relaciona siempre con un poder que puede vestir distintos trajes.



Bibliografía

Karmen, Andrew. Crime Victims – an introduction to victimology. Wadsworth, 2010.

Rodriguez Manzanera Luis. Victimología. Porrúa, 2012