domingo, 6 de marzo de 2011

Presunto culpable de inocencia (Presunto Culpable)


PRESUNTO CULPABLE DE INOCENCIA

Culpable de inocencia

Presunto Culpable es un excelente documental en todo: foto, guión, producción, y hasta sonido, cosa rara en las películas meidin Mexico, cuyo audio por no llamarle ruido, nos recuerda un guokitoki ruso en pleno ataque nazi. Añadiríamos que está bien documentado, pero un halago sobre ese deber resultaría grotesco. Igual goza de buena actuación, aunque en sí, esto sea más bien un reclamo, ya que de un documental se espera que no tenga actuación, y en algunas partes hay que decirlo, pareciera que no faltó la representación histriónica.


Además de lo obligatorio tiene otros atributos: un hilo narrativo, cierta tensión dramática, que tampoco puede llegar a ser mucha en una crónica. No se sale del tema hablando del sufrimiento de los mejicanos y mejicanas ni su origen en la conquista o rencillas del narcotráfico, todo lo cual se agradece de sobremanera. Sólo habla de la injusticia causada por la corrupción y la burocracia jurídica. para un caso específico, lo que a ellos les consta. Así vemos método más bien antropológico con el caso de Antonio Zúñiga (Toño), un inocente acusado de homicidio y nos aclara mediante capsulas informativas a lo largo de la película, para combatir nuestra ignorancia, que su asunto es similar al de otros miles o quizá a todos en cierta forma. En resumen, se parece mucho más a un documental de Michael Moore que a un culto y somnífero reportaje de TVUnam o del Canal 11 o a un deplorable programa amarillo de Televisa.

La crítica siempre de garra severa, hizo tregua con esta película, quizá lo consideran pecado porque hacerlo los llevaría a ser considerados poco solidarios ¿O en realidad el film es perfecto? No lo creo. La película muestra el magnífico trabajo de los abogados (y abogadas) y sintetiza la inocencia del culpable, pero a la vez muestra que ella, la cinta, también es inocente, muy inocente. Por que nos orienta a pensar mediante algunas insinuaciones que un cambio en el sistema de principios jurídicos cambiará la situación legal y judicial del país. “¿Por qué no hacen bien las leyes?” dice casi al final de la cinta la madre del inculpado. Pero con estas y otras leyes el resultado será el mismo en un país que no funciona con leyes sino independientemente de ellas. En México el congreso está presto hasta para mejorar las leyes de la gravedad, pero las cosas seguirán cayendo ¿O no hay leyes vs el narco? E incluso leyes hasta para los detalles simples. Leyes anti violencia, anti ignorancia. Hasta antinaquez, como una nueva ley del DF que prohíbe la ancestral costumbre llamada ley del monte que extrapolada a la ciudad significa poner obstáculos en la vía pública para apartar lugares de estacionamiento. Hay una ley antigordos, y nos invade la duda de porqué en Inglaterra si funciona y en Méjico no.

En occidente, hay básicamente dos orígenes de sistemas legales. El romano que lleva al sistema inquisitorial y el sajón que lleva al sistema acusatorio. El primero como su nombre podría sugerir, está diseñado para fabricar culpables (criminales) que osan ofender estado. El segundo busca descubrir la verdad histórica de un hecho en el que una víctima resulta ofendida. Por ello, el primero usa el lenguaje más simple de falsificar, el escrito y el segundo el hablado. Algunos síntomas del sistema jurídico nacional ya han comenzado a cambiar con el implemento de los primeros juicios orales en Chihuahua y las cosas siguen igual. En el 2010 se duplicó el número de asesinatos chihuahueños con respecto al 2009. Como el caso de Marisela Escobedo cuya juez encargada, y por las tardes al parecer empleada de los Zetas, de la manera más cínica dejó libre al culpable confeso del asesinato de su hija. ¿Qué sistema judicial resiste el hecho de que los jueces sean empleados de la misma delincuencia? Es más, ¿Qué sistema resiste el hecho que los jueces sean delincuentes como el Juez Rafael Boudib o el juez de Toño?

Es la inocencia en que navega la película que debió haberse estrenado el 28 de diciembre, o por su ayuda internacional el 1ero de abril , pasemos a demostrar su culpabilidad de inocencia.

Di que soy feo pero no digas como soy o peínate que vamos al cine

Presunto Culpable no nos habla de hechos desconocidos para todos, su importancia radica en que documenta a tal nivel un caso que descubrimos no que, si no como hacen trampa los jueces. Todo bien, pero ¿Por qué nos muestra una rebanada de la corrupción si nos pudiera mostrar el pastel completo? ¿Por qué demonios no nos muestra con fuerza, el dolor, frustración y estragos económicos causados por la “justicia”? Lo podría hacer pero no lo hace, quizá por el mismo temple del protagonista, pero reconociendo la inteligencia y habilidad de los creadores, quizá sea porque no es su intención.

A quienes de algún modo más o menos sabemos como son en realidad las cárceles, incluyendo a cualquier ex inquilino del reclusorio oriente, nos queda una sensación de que algo falta.

Es cierto que aquí se aplica el viejo principio supuestamente cuántico de que la observación modifica al objeto observado. El caso de Toño, evidentemente es modificado al observarlo. De jodida el juez del vestido de jarripoter mandará limpiar la sala y las jaulas al saber que serán filmadas, se peinará y ese día quizá no robe tanto a tal grado de facilitar el ansiado (al menos por Cinepolis) final feliz.

La observación cuántica se acrecentó pues muchas instituciones se interesaron en la producción, no sólo ONGs sino el mismo poder ejecutivo aunque al judicial no le haya gustado tanto. El entusiasmo fue tal que distintas autoridades fueron a la presentación y distintas oficinas proporcionaron recursos. El gobierno del D.F., esencialmente corrupto y a quien le importa un pito si hay mil o 10 mil inocentes encerrados, se hizo pasar por bueno facilitando permisos a la producción. Tanta colaboración podrá ser legítima, pero resulta extraña. Distintos gobiernos, incluido el de ultraderecha moderada de Ebrard, está poniendo en venta las cárceles a la iniciativa privada, en particular hay buenos postores ingleses. Esto empeoraría el funcionamiento. ¿O ahora, las grúas privadas de Ebrard son más honradas que antes? Mientras promueve aberraciones da aplausos y dinero a una cinta que lo cuestiona severamente. Al menos debería quedarle el saco, pero no piensa que sea una alusión a él. Si fuéramos un país más civilizado, habría habido varias renuncias después del estreno del film. Al menos del judicial corrupto y del juez de la capa de jarripoter. Ya de jodida, a la "Posporquesmichamba", la hubieran mandado a un curso de computación, uno de redacción y uno de buenos modales.

Quizá una probable explicación de la paradoja de la bienymal recibida película está en que la facilitación gubernamental de la cinta haya sido negociada (aun en un proceso no tangible) a cambio de no mostrar la cárcel crudamente, de una forma aceptablemente indecorosa. Aún con lo deprimentes que resulten las escenas carcelarias que nos presenta el documental, solo muestran lo mejor de ellas. La "suite" donde se encuentra la cama del protagonista que según sus propias palabras es "una tumba" aún con lo terrible y horrosa que es, no tiene que ver en absoluto con las condiciones que "descansa" la mayoría de los internos, algunos de los cuales a la hora de dormir se amarran el dorso a los barrotes porque no hay espacio para dormir en el suelo, tener suelo es un privilegio y cuesta, así duermen miles de internos, sobre todo los inocentes. Al parecer el presunto culpable, gracias a la observación que modificó al objeto y a su defensa ascendió en la prisión a una posición "privilegiada" y le tocaron celda, cobijas, ropa y un pedazo de piso frío para dormir. ¿Podemos imaginar como son los casos no observados?

Aunque la película no lo diga, los internos pagan renta tres veces al día (de 1 a 10 pesos) a los corruptos carceleros que dan su parte al director y así sucesivamente hasta altas autoridades. No tienen tampoco comida, ropa, agua, celda, y en realidad nada. Los carceleros inventan juegos como el de la motocicleta, con los que golpean y humillan a los presos que se bañan con agua fría deteriorando paulatinamente su salud. El documental no menciona estas cosas y cuándo denuncia algo lo hace con mucho tacto como si le estuviera reclamando a una novia. “¿Te tocaron?”, recuerda la esposa de Antonio que le dijo una de las celadoras ante la revisión, porque “no todas son iguales”. El “te tocaron” como eufemismo de “te violaron” no parece ser la expresión más exacta en un cine de denuncia. Esto hace que venga al espectador un asalto de dudas en cascada. ¿Por qué el film respeta al sistema carcelario? Un extranjero pensaría que nuestras cárceles son exóticamente normales ¿No es un doble juego de te cuento que robo para que veas que no miento y me creas que no mato? Evidentemente el juego perverso no lo hacen los creadores sino las autoridades usando el film para su beneficio del mismo modo que usan las leyes, pero la película es inocente al caer en el juego ¿Por qué Presunto Culpable no muestra ni de reojo las prácticas de fagina, el rancho, el cantón y todas las atrocidades que el gobierno torturador comete diariamente?

Quizá no interesa al film lo anterior porque no es un documental contra el sistema carcelario, sino contra el sistema judicial inquisitivo. Por distintas insinuaciones parece que nos desea mostrar los beneficios del sistema restaurativo que no es exactamente ni proveniente del sistema romano ni del sajón. Porque piensa inocentemente que cambiando el sistema jurídico cambiará el carcelario. Y por eso acepta mostrar una parte a cambio de ocultar otra. Quizá por eso puede pasar equipo de filmación a la sala y a la cárcel.

Es una situación que ni siquiera es reprochable y evidentemente se debe de implantar el sistema restaurativo y oral, pero hay que ir dejando claras las cosas en lo que sí nos interesa. ¿No está hecho el sistema acusatorio para alimentar de clientes al sistema carcelario? Entonces, ¿que pasa si cambia el sistema acusatorio pero no el carcelario? ¿Habrá demanda pero no oferta? ¿O ocurrirá entonces que con menos presos tengan que obtener las autoridades las mismas ganancias? Sí, hay que repetirlo: las instituciones ganan cuando el documental no muestra la cruenta realidad de las prisiones y de la privación de la libertad como práctica inquisitoria y salvajemente torturadora.

El espectador queda con la idea de "ay que fea es la cárcel" siendo que podría no ahorrar en adjetivos. La “fiscal” que aparece en la cinta resume todo esto muy bien cuando el joven acusado le pregunta porque acusa de esa manera sin tener certeza de lo que hace, “pos porque es mi chamba” contesta la inútil graduada de leyes que en unos años será parte del novedoso sistema oral.

El brake del conejo

Comenzamos a conocer a Toño desde el principio. La primera escena nos lo dice: excelente bailarín de brake. Talentoso y carismático. Momentos después sabemos que por si fuera poco escribe canciones de rap -buenas para mi gusto, que soy amante del rap-, en una de las cuales su historia le resultó profética. Los raperos tienen ese toque extrasensorial que los hace candidatos ideales a culpables. Hace reflexiones profundas que a veces son comunes entre cierta clase de presos. Más adelante sabremos que además de estas dotes se ganaba la vida como ambulante y una imagen de su puesto nos deja entrever que su ramo no es el alimentario ni del vestido sino de la piratería. Es decir, Toño –podemos intuir- se dedica a una de las actividades ilícitas en las que Méjico es ocupa el primer lugar, vende discos piratas con toda naturalidad y a la luz del día por lo que resultaría lógico que participara en la corrupción con su semanal cuota a la “otoridá correspondiente”. Toño que es inocente de asesinato, quizá sea culpable de piratería. Y esto aunque sea de mal gusto, hay que decirlo, también hay inocentes de piratería que están en la cárcel. Se trata de una justa permuta. El sistema en el que vive y alimenta Toño como todos nosotros demanda que Toño esté en la cárcel. De hecho, al sistema le beneficia que quienes estén en la cárcel sean inocentes, por muchos motivos, son más fáciles de manipular estadísticamente, son más dóciles y tienen sustancialmente menos dinero. Desde aquí vemos al sistema judicial como una rama del teatro pero mal intencionado, dispuesto a arrebatar vidas. No es que nadie sea inocente hasta que se le demuestre lo contrario, es que sencillamente nadie es inocente.

Pocas veces lo podemos ver tan claro que hay un gran absurdo, un vacío en estas historias de injusticia, y aunque no lo recalca, el documental nos ayuda a apreciarlo. Toño es una buena persona, es compositor y bailarín. En cierta forma es músico, acróbata y atleta. Su rap, seguramente le ayuda a sobrellevar la terrible pena de vivir en prisión en forma entera y valiente y de forma relativamente sana. No a todos les pasa igual, muchos acaban deprimidos a los tres meses, otros mueren de pulmonía por el agua fría con que son obligados a bañarse en las mañanas, aún teniendo en mano diagnóstico médico de debilidad pulmonar. Pero el tiene un perfil de fortaleza, física y moral y tener la suerte de ser defendido por personas honestas e inteligentes con bastos recursos. El punto es que Toño es alguien que debería ser provechoso, es la fuerza productiva que no usamos como nación, un artista en potencia al que le toca en vez de ser entrenador, deportista o artista vender discos piratas estorbando en las banquetas o cumplir una condena que no le corresponde para alimentar el negocio carcelario. Si su circunstancia fuera otra, quizá estaría grabando discos, pero no en el sentido pirata, sino como lo hace Eminem. Si hubiera nacido en otro país, donde pagar impuestos no es una amenaza confiscatoria, la educación un privilegio inalcanzable, y el abuso no está a la orden del día, quizá Toño viviera de lo que sabe hacer muy bien, bailar y componer. Pero sólo nos quedan la economía de becas, el sonambulismo económico del comercio informal o manejar una grúa de Ebrard que con el narco, son las únicas formas que la gente tiene para esquivar el sistema fiscal confiscatorio.

A Toño como a muchos otros inocentes les toca bailar el rap del conejo.

En este lugar queremos un conejo

Asi que te haremos orejas y pezuñas

Acepta la culpa no seas pendejo

Mejor las rejas a limón en las uñas

Como dice Foucault, el estado no acompaña al preso hasta su celda. Lo deja perdido en un sistema judicial corrupto. En la película un policía anónimo parece ser la voz de Dios “a veces hay que exagerar las cosas para que esta gente no esté en la sociedad”. Policías son Dios. Dios es el Estado. Jueces son Criminales. Y hasta policías son ahora criminalistas. En este sentido la marca de culpabilidad viene desde la toma de pruebas. No lo dice el documental, pero la más reciente ley penal del distrito federal, ya autoriza al policía judicial a ser también criminalista, a levantar pruebas, aplicar Harris, parafinas y lo que se le antoje, al fin que acabó la secundaria y llevó física y química y de taller carpintería. Esto no es para ahorrar sino para que el culpable venga prefabricado desde el principio y sin rebabas que pudieran presumir su inocencia. “Pos es mi chamba”. Su trabajo no es hacer justicia, es culpar.

Más que pruebas el sistema muestra escenarios. Por eso es indispensable inventarle un apodo. “Alias El Toño”, “El Largo”. Porque si demuestran que tiene apodo, demuestran que es delincuente.

Hechos que en casi cualquier sistema juridico tirarían el juicio aquí pasan como si nada. El testigo puede distinguir una 22 pero nadie le pregunta como es que conoce tanto de armas, ¿estudió en el ejercito?. Los policías son olvidadizos por su gran carga de trabajo. Da lo mismo que prueba de polvora le hicieron, si fue de parafina como en este caso o fue de Harris. Uno de los involucrados fumaba, al menos mariguana, pues se supone que iba a recibir dicho producto. Por ese simple hecho, la prueba resultaría inadecuada. Pero esos son detalles que a la justicia mejicana no interesan. "El 95% de las pruebas no son físicas", lo dice el film en una de sus cápsulas.

Del hilo negro al agua tibia

Los creadores dicen haber descubierto que el juez no participa en los juicios en México. Realmente eso ya se sabía. De hecho es peor, ni siquiera el ministerio público se aparece en los juicios y sólo está uno de sus llamados secretarios que aparecen como fiscales sin serlo. En el documental este papel lo lleva Marisela Miranda Galván alias la “Posporqueesmichamba" que también tiene oportunidad de mostrar su actualización tecnológica con la frase “¿está en el ‘diské’?” y uno se pregunta “¿Aun existen los ‘diskes’?” Y el responsable de compras respondería “Claro que existen, y son carísimos”.

Esos desajustes del sistema acusatorio ya los han develado en el mundo críticos como Mariano Cornejo. Pero sobre todo aquellos que se unen al movimiento de la justicia restaurativa y los juicios orales. Lo han dicho una y otra vez. La idea es simple, en el sistema acusatorio, el ofendido es el estado, el ofensor necesariamente es un delincuente, el castigo es indispensable y quien debe demostrar es el acusado su inocencia. En la justicia alternativa, el ofendido es la víctima, y la reparación es indispensable y quien debe demostrar es el estado la culpa. Parece una buena teoría. Desgraciadamente la primera viene del derecho romano y la segunda del derecho sajón. ¿También nos volveremos protestantes? Que bueno que no hablan de teoría en el documental aunque una pequeña mención con letras pequeñitas no haría mal a nadie.

Aunque el juez nunca se aparezca en los juicios ya porque esté en borracheras, o cobrando algún soborno de secuestradores, en el documental el juez se da sus ratos para aparecer hasta para dar explicaciones pedagógicas (modificación del objeto observado). No pueden faltar ni su tradicional papada donde guarda lo robado en forma lipidaria, ni la sonrisa cínica oculta en una cara de corrupto que no puede con ella ni su disfraz de jarri poter, indispensable para los actos de magia que requiere la justicia mejicana, que se mostrarán como a lo largo del documental: desaparecer hechos del juicio en los expedientes (al fin que cada hoja cuesta 10 pesos y no están grabados ni hay testigos de nada), meter falsos testigos, quitar verdaderos testigos, falsificar impunemente cédulas profesionales. Y muchos más.

Otros de sus descubrimientos de Presunto Culpable, quizá no están bien analizados, por ejemplo, en la mayoría de las detenciones no hay aprensiones, pero esto es normal en todo sistema jurídico porque la mayoría de ellas son infraganti y en ese caso la ley no lo exige. Si bien son detalles son aspectos de rigor documental que pudieron ser mejores.

La inquisición o Dios siempre está a tu lado

Toño muestra durante todo el documental una visión de la vida espiritual. Cree que está en la cárcel porque Dios lo decidió porque él se lo pidió. Dios siempre está a su lado, el estado también. Pero que alguien esté a tu lado no significa que te ayude, puede estar siempre a tu lado para chingarte.

No es de hoy, viene de antaño. Es el método de la inquisición, de la conquista y que aún llevamos encarnada casi genéticamente en la lengua española. El sistema judicial romano, casado con el sistema eclesiastico y la santa inquisición. El culpable debe demostrar su inocencia y no al revés. La inocencia es la que exige pruebas, no la culpabilidad. También tiene que ver con la visión del "otro" en cada cultura. Cuando alguien "estornuda en inglés" se disculpa, cuando uno "estornuda en español" el otro le dice "salud". En inglés le hablas de tu al presidente o al juez, en español tu yo sabe a quien puede hablarle de tu y a quien no, además de que no es una relación bilateral. Todo esto se funde en el momento que conceptualizamos ideológicamente la inocencia.


En caso de que haya equivocación en la determinación del culpable, tampoco importa, porque finalmente todos somos culpables de algo. ¿O no quedamos que quizá Toño era culpable de piratería? El inculpado también tiene como opción aceptar su culpa inexistente y lograr algunos beneficios, como son no morir quemado, comer todos los días. De los males el menor. Es la visión inquisitorial de la justicia.

“- El señor es mentiroso –dice el abogado de Toño en una audiencia refiriéndose al testigo comprado

- No insulte –dice el Juez, con un cinismo magistral (quizá por eso es magistrado), olvidándose que el sistema le puede dar cincuenta años de cárcel al inculpado, y que haberlo tenido ya unos años ahí, no sólo es un insulto sino una patética irresponsabilidad criminal”.

Más tarde se demostrará que en efecto el testigo es mentiroso, en un sistema lingüístico que parece para idiotas donde en una sala donde todos oyen a todos X le habla a Y refiriéndose a W para que Z escriba y repita a Y y entonces escuche W. Una simulación total y una mezcla convenenciera de lenguaje escrito y hablado que la conocía bien Torquemada en su fabricación de culpables. Ni siquiera es un sistema no oral, es un sistema absurdo. No es un sistema para idiotas sino para corruptos, para que la palabra pase ese filtro que es la escritura de menor velocidad y factible de “corrección”. Es decir “está en el diske”. Y en el “diské” puede pasar cualquier cosa:

-Como dije antes –dice el acusado

-Como dije antes -repite el acusador

-Como dije antes –escribe el escribano

- Yo le decía a usted –dice el acusado

- Yo le decía a usted –repite el acusador

- Yo le decía a usted –escribe el escribano

- Mientras usted- dice el acusado

- Mientras usted –repite el acusador

- Mientras usted – escribe el escribano

- Me daba manotazos en el techo –dice el acusado

- Me daba manotazos en el techo –repite el acusador

- Me daba manotazos en el techo - Escribe el escribano

- Y me decía –dice el acusado

- Y me decía –repite el acusador

- Y me decía –escribe el escribano

Y de ese modo carcacho llegamos al momento cumbre de la película, mitad real y mitad actuado:

-Yo Sali

- Yo salí

- Yo salí

-En la prueba

- En la prueba

- En la prueba

-Limpio

- Limpio

- Limpio

- Y efectivamente

(coro)

-Yo

(coro)

-No

(coro)

-Vi

(coro)

-Quien

(Coro)

-Fue

(Coro)

-El que te disparo

(Coro)

Es la cumbre de la cinta y prueba suficiente de que los juicios no orales son absurdos y que en efecto hay que elimnarlos. Luego entra la música bonita y se cumple el compromiso con el espectador y con Cinepolis de que hay un Dios y una salvación. Dios está a tu lado. No hay exceso y sólo gracias a que el documentalista se apiada y evita escenas melodramáticas irrelevantes, no nos invitan a llorar junto con el que vende las palomitas o los discos piratas.

Bisnes ar bisnes

Una película de denuncia, con licencias al sistema por razones no muy claras. Busca quizá la promoción de los juicios orales y de ahí el apoyo del gobierno y de instituciones internacionales. Los juicios orales le quitan el negocio a muchas personas del sistema judicial, pero benefician a la sociedad y al poder ejecutivo, pero sólo como un primer paso. Las cosas no van a cambiar por implantar otro tipo de justicia si la sociedad no cambia.

No seamos inocentes. Comprendamos quien gobierna este país: el crimen organizado, las televisoras con su justicia sumaria expertas en fabricar culpables. En el sistema judicial hay división del trabajo, el juez inventa un culpable, la cárcel lo explota y le exprime el dinero a su familia. La cárcel es la monetarización del sistema judicial. Las salas de audiencia son sólo la oficina del negocio, el dinero se recauda en la cárcel. Esto lo debemos comprender para no creer que cambiando el sistema judicial cambia el sistema penitenciario que es realmente el que da los retortijones a los inocentes. La cárcel debe también ser denunciada, igual que los partidos y las personas que se benefician ilegítimamente de eso. Ese es el gran olvido de la película.

Ese olvido se relaciona con otra especie de lapsus que tiene la cinta. Una de las pruebas más contundentes que la injusticia la llevamos en las venas, es que siendo una cinta contra la injusticia, usó las mismas prácticas de mercadotecnia oculta e injusta para el espectador, como divulgar que estaba prohibida y esas piltrafas que todos conocemos. Eso no es responsabilidad de los productores ni los participantes, sino de los comercializadores, pero debemos dejar claro como se mueven las cosas aquí y entender que todas las etapas se relacionan como en la cárcel.

Por lo pronto, en este país si eres culpable tienes mayores probabilidades de demostrar inocencia porque entonces tienes coartada y recursos. Los mejicanos ilusos, creemos que nunca nos ha pasado una situación como la de Toño. Pero diario nos pasa pero como dormimos en colchón no nos damos cuenta. De hecho tenemos gobiernos espurios que ahora supuestamente apoyan la promoción de la justicia alternativa, porque culpabilizamos a un inocente de ser un peligro para Méjico, y declaramos inocente a uno que era culpable de ello. Por que vemos mucha tele, porque no somos críticos, porque no sabemos leer entre líneas. Porque creemos que al ver una cinta, nos está diciendo todo y no completamos lo que falta. La cinta no nos puede decir todo, decirlo todo hubiera impedido realmente su posibilidad de salir a la luz. Pero el observador debería ver lo que hay detrás del velo y también reconocer que aunque seamos inocentes, entre todos podemos ser culpables de no poderlo demostrar.

2 comentarios:

  1. Muy largo, no lo leí

    No es cierto, es broma =)

    La verdad me ha gustado como haz estructurado todo, y ciertamente has hecho observaciones a cosas que también noté en la película pero que no parecieran importantes, como lo que ya mencionabas respecto al trabajo de Toño y a lo del "diské". Y ciertamente, la sociedad mexicana es absurda, desde el modo en que se imparte la justicia al sistema carcelario, y ya no hablemos de la injusticia que queda fuera de las instituciones.

    Se desearía mucho no tener el antecedente español de sistema de justicia, incluso recuerdo que Fray Servando Teresa de Mier decía lo mismo. Y es bien cierto, la existencia de otros criminales sueltos y que dirigen al país es tal que los vemos manejando empresas o tomando al país. En fin, necesitaba leer el punto de vista de alguien que pudiera completarme más el panorama, y esta entrada fue lo necesario para ello.

    Ahora nada más falta decirle a los demas que se pongan a leer, que se pongan a educarse y a criticar, ese es el trabajo difícil.

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  2. Ciertamente es muy largo el texto :), por lo cual se agradece doblemente tu visita. Voy a buscar lo que dices de Fray Sevando Teresa de Mier, debe ser un dato importante.

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